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02/12/2019 | NOTICIAS

Alcanzar el equilibrio para sentirnos bien

¿Cuáles son tus principales motivaciones? ¿Qué porcentaje de dedicación le pondrías a tu desarrollo profesional, a tu familia, a tu pareja, a los amigos, a tus hijos, y a ti mismo? Quienes asistieron al Taller Equilibro Vida – Trabajo, que organizó Oficina de Selección, Capacitación y Desarrollo de la DGTH, tuvieron la oportunidad de responder a estas y otras preguntas. La experiencia les brindó mucha más confianza en lo que podían lograr si ponían en práctica lo aprendido.

El encuentro fue conducido por Javier Echevarría, psicólogo de profesión, actor y coach ontológico, y comenzó con una dinámica bastante ágil: saludándose de diferentes formas entre todos: dando la mano, chocando pie con pie, colocando dedo índice en ombligo ajeno, juntando oreja con oreja y ombligo con ombligo.

La sorpresa y lo nuevo de iniciar así un taller, arrancó las risas de los asistentes. «El cambio produjo sus sonrisas y esta situación fue posible gracias a su disposición», señaló Echevarría. Esta primera dinámica sirvió para introducir la pregunta: ¿cómo son los cambios que traen consecuencias más grandes? Nuestra actitud hacia el cambio debe ser la de aceptarlo y no huir del mismo.

Sobre el estrés

En otro momento del encuentro nuestro coach se refirió a las causas que producen el estrés y cuáles son las mejoras formas de enfrentarlo. Además, enfatizó la diferencia entre el «eutrés», que es responder armónicamente ante la demanda, y el «distrés» o «estrés», que significa esponder exageradamente ante la demanda.

Como causas del estrés señaló el vivir sin energía disponible, el tener un desequilibrio en cómo distribuimos nuestra energía psíquica y tener la energía estancada. También indicó que el estado de equilibrio se manifiesta cuando canalizamos óptimamente nuestra energía, vale decir «cuando tus cañerías disponibles se llenan de energía». Además, recordó que «aquello que no se resuelve, se repite» (muchas veces tenemos conflictos familiares que llevamos al trabajo y los reproducimos).

En la parte final del encuentro Echevarría resaltó la importancia de valorar el tiempo que le dedicamos a nuestros seres queridos y a nosotros mismos, a nuestro crecimiento personal. Del mismo modo, aconsejó el cerrar círculos, pedir perdón cuando sea necesario y saber aceptar el perdón.

Entre las recomendaciones que dejó fue la de construir nuestro propio equilibrio y el ser una institución que se abrace. «No hay nada mejor que un país que se abraza», finalizó.