Los niños vuelven a las aulas luego de dos años, ¿qué debo tomar en cuenta?

Luego de dos años de educación virtual, nuestros niños vuelven a las clases presenciales haciendo frente a más de un desafío en la nueva normalidad. En esta nota, te explicamos todos los aspectos que debes considerar para acompañar a tus pequeños en este proceso.

¿Cómo acompañar a nuestros hijos en el regreso a clases presenciales? El tránsito hacia el retorno a la presencialidad no es sencillo para nadie, menos para los pequeños de la casa. Y es que tras casi dos años de aprendizaje en la modalidad virtual debido a la pandemia por la COVID-19, los estudiantes vuelven a las aulas enfrentando el nuevo reto que trae la nueva normalidad.

En este contexto, nos surgen muchas dudas de cómo entender a nuestros hijos a atravesar por este proceso y qué retos enfrentan en este nuevo momento de sus vidas. Para la profesora Sylvana Valdivia, directora de la carrera de Educación Primaria de la PUCP, hay que atender una perspectiva integral de los pequeños, enfatizando en su aspecto emocional.

Es fundamental entender sus emociones, cómo se han sentido, y cómo se sienten en este tránsito entre la educación a distancia y la presencial”.

Sylvana Valdivia

Directora de carrera de Educación Primaria de la PUCP

Sin duda, la socialización es el gran reto de este retorno a clases presenciales, tal como nos explica la profesora Magaly Noblega, docente del Departamento Académico de Psicología y coordinadora del Grupo de Investigación Relaciones Vinculares y Desarrollo Socioemocional de la PUCP. Tengamos en cuenta que nuestros hijos llevan un largo tiempo alejados de sus amigos, compañeros de aulas y de sus profesores.

“Han pasado dos años pero, para el desarrollo de un niño, dos años es mucho más tiempo de lo que nosotros imaginamos. Es una nueva etapa que requiere adaptación, en la pandemia muchos niños pasaron más tiempo solos que con otros niños. Para ellos, este regreso es un reencuentro cargado de expectativas, y quizá también de temores y ansiedades”, comenta.

El temor a contagiarse de la COVID-19, además, es otro de los retos al que los pequeños de casa se enfrentan hoy con el retorno a la presencialidad; por ello, la Dra. Noblega remarca que es importante transmitirles la importancia que tienen los cuidados para su propia salud y la de todos a su alrededor.

Hay que ir recordándoles las reglas que tenemos para la COVID-19 de forma clara y con la menor ansiedad posible. Otro punto importante es enseñar con el ejemplo, acompañando la explicación de las normas, para que se vea natural tanto el distanciamiento social, el lavado de manos como el uso de mascarilla”.

Magaly Noblega

Docente del Departamento Académico de Psicología

En este punto, el Dr. Marco Miñín, médico ocupacional de la PUCP, recomienda que reforcemos con nuestros niños la técnica correcta del lavado de manos con agua y jabón, el uso de la mascarilla cubriendo nariz y boca, y mantener una distancia de 1.5 metros.Todos los cuidados serán fundamentales para que este retorno a clases sea seguro para todos.

Las profesoras Valdivia y Nóblega coinciden en la importancia de abrir espacios de diálogo con los pequeños en casa, afinando nuestra capacidad de observación a cómo se comportan cuando vuelvan del colegio para así acompañarlos en el proceso, motivándolos también para que nos compartan las nuevas experiencias que están atravesando en las aulas. No querer ir al colegio, por ejemplo, podría ser una señal de alerta. La empatía con nuestros niños, hoy más que nunca, será fundamental porque no será la misma travesía para todos los pequeños.

Será esencial para esta nueva etapa permitirles ser autónomos, creando o recuperando hábitos y rutinas que motiven su independencia. La profesora Valdivia sugiere, por ejemplo, establecer horarios de estudio y de juego en casa, celebrar sus logros cuando se cumplen las responsabilidades, y darse un tiempo para preguntarles qué están aprendido en la escuela y en qué pueden mejorar.

En caso de notar que nuestros pequeños requieren un mayor soporte emocional, la Dra. Noblega sugiere recurrir al apoyo de un especialista o psicólogo.