12/04/2022 | NOTICIAS

El regreso progresivo de la vida universitaria en el campus

Volver a nuestra casa de estudios supone retomar una dinámica formativa que traspasa las aulas. Las diversas unidades de la PUCP han trabajado en generar las condiciones idóneas para que el reencuentro sea una experiencia satisfactoria.

El retorno a la presencialidad es una realidad en nuestro campus. Muchos actores trabajaron para hacer posible esta vuelta. Gracias al esfuerzo conjunto y coordinado de las diversas facultades, departamentos, unidades académicas y administrativas, las puertas de nuestra casa vuelven a estar abiertas. 

Seleccionar los cursos, establecer los aforos, así como las medidas y protocolos sanitarios, implementar aulas híbridas y organizar los espacios para acoger a los estudiantes fueron algunas de las decisiones tomadas colectivamente. Siempre buscando que la comunidad tenga una experiencia satisfactoria en este reencuentro con el campus. 

“El mensaje para el personal docente y administrativo es que somos parte de una institución que acoge a los estudiantes para que tengan una experiencia formativa y personal. Quiero agradecerles a todos ellos, a cada uno porque todos han venido colaborando y trabajando intensamente para que las condiciones del regreso al campus sean las más adecuadas”, dice Cristina Del Mastro, vicerrectora académica. 

Volver a las instalaciones de San Miguel significa algo más que un retorno a las aulas físicas. Es también el regreso a una socialización limitada por la emergencia sanitaria. Desde el 25 de abril, los estudiantes podrán acceder a salas de estudio, bibliotecas y espacios de uso libre. Del Mastro considera que es necesario reforzar también la formación integral extraacadémica. 

Queremos que los estudiantes aprovechen la experiencia del campus para interactuar con sus profesores, sus compañeros, y hacer uso de los recursos que la Universidad brinda. Hay alumnos que no se han conocido presencialmente. Queremos que se retome la vida universitaria en el campus”.

Dra. Cristina Del Mastro

Vicerrectora académica de la PUCP

En esa misma línea, Claudia Zapata, directora de la DAA (Dirección de Asuntos Académicos), valora el conjunto de competencias que solo se activan en la experiencia viva del campus “donde hay mucha interdisciplinariedad, actividades culturales. En la PUCP, la formación va más allá del aula”, comenta.

Por ello, a partir del 25 de abril, la PUCP permitirá el acceso al campus para todos los alumnos matriculados, más allá de si tienen clases programadas, para que puedan hacer uso de los espacios abiertos del campus, bibliotecas, actividades deportivas, culturales y puedan tener  – o recuperar- la vida del campus.

Lugar de encuentro

La biblioteca constituye un espacio muy especial en la vida universitaria. En los últimos dos años, esta fuente de consulta también tuvo que adaptarse a la dinámica impuesta por la emergencia sanitaria. 

El trabajo no se detuvo. Se facilitó la recuperación de contenido suscrito de nuestras bases de datos y en acceso abierto  de miles de títulos, el repositorio de tesis, revistas electrónicas, y otras fuentes de información académicas desde una sola plataforma, el catálogo en línea. También ofrecimos servicios especiales de digitalización y préstamo a docentes y tesistas, además de los casos particulares de investigadores extranjeros”.

Dra. Kathia Hanza

Directora del Sistema de Bibliotecas

Durante este tiempo, se realizaron algunos procesos que requerían presencia física. La actualización del catálogo, la recepción y entrega de donaciones de libros fueron algunas actividades que el equipo especializado continuó ejecutando. Sin embargo, ver a los estudiantes recorrer los distintos espacios de la biblioteca e interactuar con el personal es lo que más los entusiasma ahora. 

“En los correos ya los alumnos nos hacían notar que los ambientes tranquilos para estudiar en la biblioteca eran bastante demandados. El estudiantado necesita ambientes adecuados para concentrarse y también conectarse a sus clases virtuales. Los espacios de las bibliotecas y la conexión a Internet en campus son muy valorados y han sido esperados con ansias. La biblioteca también es un lugar de socialización”, comenta Patricia Sánchez, gestora de Servicios del Sistema de Bibliotecas. 

Lecciones y desafíos

El aprendizaje virtual dejó enseñanzas en diversos rubros. Modificó patrones y planteó reflexionar sobre el proceso educativo. Los directivos académicos consideran que hay aspectos que llegaron para contribuir a mejorar la educación tradicional. 

“Ha sido una oportunidad de hacer uso de la creatividad para buscar nuevos recursos para enseñar y aprender”, dice Del Mastro. La vicerrectora académica menciona que el retorno de la presencialidad no anulará las actividades virtuales. Por ejemplo, en la oferta de posgrado, se intensificará la modalidad semipresencial, para así lograr un mayor alcance geográfico. Pero se apunta a que cada vez más haya mayor porcentaje de presencialidad para los estudiantes de pregrado con miras al próximo semestre.

Desde la DAA también consideran importante la incorporación de las fortalezas de la educación virtual, como el uso de nuevas tecnologías. 

Nuestras propuestas formativas tendrán algunos cambios. Así como las personas cambiamos, igual va pasar con las propuestas formativas. Hemos tenido un aprendizaje donde vamos a valorar las ventajas de la virtualidad y de la presencialidad”.

Mag. Claudia Zapata

Directora de la Dirección de Asuntos Académicos (DAA)

En las últimas semanas empezó a aumentar la afluencia de estudiantes en el campus. Las autoridades académicas evalúan positivamente estos primeros encuentros de clases presenciales y se emocionan con lo que viene. Poco a poco, las aulas van llenándose de color y calor humano. 

Una clave de estos tiempos: la flexibilidad

En función de lo vivido, la Universidad también se ha preparado ante cualquier contingencia. Del Mastro considera que la flexibilidad es un factor clave para lidiar con un entorno cambiante. “Nos encontramos en una situación en la que hay que tener todo preparado para poder migrar eventualmente a la virtualidad, también flexibilidad para considerar las características propias de cada plan de estudios e irnos adaptando a los distintos niveles”, afirma la vicerrectora académica.