Las voces del Fondo Conectividad PUCP
¿Cómo se consiguió que durante el 2020 cerca de 6,400 estudiantes, docentes y trabajadores administrativos de la PUCP tuvieran Internet gratuito para continuar con la educación y el trabajo a distancia? Aquí te contamos sobre los esfuerzos detrás del Fondo Conectividad PUCP.
Cuando la pandemia llegó a nuestro país y se decretó el estado de emergencia el 15 de marzo del año pasado, surgió una preocupación específica desde el Vicerrectorado Administrativo (VRAD). ¿Cómo hacer para que, en medio del confinamiento, se pudiese garantizar el acceso a Internet de todos los alumnos PUCP a puertas del inicio del año académico? Como respuesta nació el Fondo Conectividad PUCP, iniciativa del profesor David Chávez y su equipo de la Sección Ingeniería de las Telecomunicaciones.
“Las dificultades que visualizamos principalmente se vinculaban a la conexión a Internet desde los hogares de un sector de los estudiantes”, explica Ricardo Pedraza, director de la Dirección de Tecnologías de Información (DTI). Por ello, el objetivo fue encontrar un modelo con el que se pudiese asistir, como prioridad, a los alumnos de menores recursos.
De esta forma, la DTI junto con la Sección de Ingeniería de las Telecomunicaciones, luego de evaluar diferentes alternativas, manifestaron que si se repartía un módem que otorgue un plan de datos, los estudiantes podrían conectarse a Internet en sus casas desde laptops, celulares, computadoras personales o tabletas.
En ese contexto, uno de los mayores desafíos era llegar a los hogares de los alumnos en medio de la inmovilización social obligatoria. Entonces, se decidió contratar los servicios de la empresa Movistar debido a la capacidad de cobertura que en ese momento tenía en Lima Metropolitana.
“Se tenía que actuar rápidamente. Fue un reto logístico identificar los datos exactos de residencia de cada uno de los beneficiarios; planear día a día, junto con Movistar, la distribución máxima posible de módems, coordinando, tanto con los estudiantes como con distintas unidades internas, el día y hora estimada de entrega”, dice Ricardo Pedraza. Para ello, con el apoyo de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAES), se diseñó un formulario digital para recoger la información de los estudiantes y elaborar, junto con el proveedor, un modelo de entrega.
Agradezco tener un equipo como el que me acompaña en la DTI. Si no hubiese contado con personas de ese perfil profesional y humano, difícilmente hubiéramos podido organizar un servicio como el que se ha venido prestando”.
Ricardo Pedraza
Director de la DTI
Posteriormente, una labor similar se realizó tanto con la Dirección Académica del Profesorado (DAP), para el caso de los docentes, como con la Dirección de Gestión del Talento Humano (DGTH), para el caso del personal administrativo. Desde la DTI, lograron integrar todos esos esfuerzos.
De esta manera, se consiguió entregar un primer lote de módems días previos a la fecha de inicio de clases, el 6 de abril del 2020. Posteriormente, se fue ampliando la cobertura de este beneficio y, con ello, la atención del servicio.
Dave Melgar, jefe del área de Gestión de Recursos de la DTI, cuenta que, al inicio, el fondo se centraba en Lima Metropolitana. “Luego se recibieron solicitudes de alumnos de provincias y comenzamos a realizar el reparto. Allí también se evaluaron otras alternativas, porque había zonas a las que no podíamos llegar con módems”, cuenta. Para ese segmento, se diseñó un plan de recargas en los teléfonos de los alumnos. A la fecha, son 417 beneficiados con este tipo de servicio.
Sobre este tema, Ricardo Pedraza señala que “el estudiante de provincia hace un esfuerzo muy importante para desplazarse hasta Lima, pagar un cuarto y así poder estudiar. Con la pandemia, algunos estudiantes estuvieron retornando a sus hogares. Por lo cual, debíamos ofrecer un mecanismo para que pudiesen seguir conectados a la Universidad”.
Con lo avanzado en la primera etapa del 2020, Dave Melgar indica que el reto fue buscar beneficios adicionales al contrato sin costo. Así, con el tiempo, se vieron mejoras sustanciales. “Al comienzo nos dieron 20 GB de consumo, posteriormente se adicionaron aplicaciones ilimitadas y hemos ido mejorando las coordinaciones de entrega”, cuenta.
Servicio integral
Por su parte, Zoila Bautista, jefa del área de Atención al Usuario de la DTI, tiene, junto con su equipo, el compromiso de responder a las necesidades de soporte tecnológico de la comunidad PUCP. Por ejemplo, durante la pandemia, muchas veces, los docentes, para dictar sus clases, necesitaban una computadora y conectividad en sus hogares. Para ello, la DTI, con el apoyo de la Logística de la DAF, coordinaba el desplazamiento de equipos del campus hacia las casas de los profesores o, en todo caso, se brindaba el soporte técnico remoto de la DTI.
Ahora suena bastante sencillo lo que contamos, pero representa bastante esfuerzo hacer que un producto comercial tenga el sentido de un usuario académico”.
Zoila Bautista
Jefa de Atención al Usuario de la DTI
En ese camino de fortalecer la capacidad de respuesta, Zoila cuenta que, inicialmente, el procedimiento para las recargas de celulares era engorroso para el usuario. Gracias a las gestiones realizadas, ahora solo es necesario mandar un mensaje por WhatsApp para realizar una recarga asistida. “En épocas de exámenes, la preocupación de un alumno solo debe ser la de sus cursos. Por ello, buscamos que el servicio de recarga mejorara para que fuera más rápido”, explica.
“Ahora suena bastante sencillo lo que contamos, pero ha representado bastante esfuerzo hacer que un producto comercial tenga el sentido de un usuario académico”, dice.
Ante los resultados conseguidos hasta el momento por el Fondo Conectividad PUCP, las palabras de Ricardo Pedraza son de reconocimiento: “Agradezco tener un equipo como el que me acompaña en la DTI. Si no hubiese contado con personas de ese perfil profesional y humano, difícilmente hubiéramos podido organizar un servicio como el que se ha venido prestando”.
Al comienzo nos dieron 20 GB de consumo, posteriormente se adicionaron aplicaciones ilimitadas y hemos ido mejorando las coordinaciones de entrega”.
Dave Melgar
Jefe de Gestión de Recursos de la DTI
“El nivel de incertidumbre generado por la pandemia es alto, pero, en ese escenario, hay que ir más allá”, agrega. “Por ejemplo, las personas que trabajan en el proyecto del Fondo de Conectividad han respondido con la mayor celeridad posible a solicitudes que nos llegan a cualquier hora y día de la semana o fin de semana. Se tenía que asegurar la continuidad del dictado, que es lo más importante para la Universidad”, prosigue. Y detrás de este trabajo, como indica Ricardo, está el compromiso del personal administrativo de la PUCP.