El duelo en tiempos de la COVID-19
En esta nota, te presentamos el programa Manejo de duelo, que busca brindar soporte y orientación psicológica a los trabajadores de la PUCP que hayan perdido a un ser querido como consecuencia de la COVID-19. También conversamos con la profesora Lourdes Ruda, quien nos propone consejos para sobrellevar este difícil momento en época de pandemia.
La pandemia nos viene enfrentando, de forma irremediable, al dolor ante la muerte de personas cercanas. Y, en ese contexto de distanciamiento, los espacios sociales de despedida, como los velorios y entierros, han quedado restringidos. Sin duda, el proceso de duelo se vuelve mucho más complejo en estos tiempos.
Por ello, la Dirección de Gestión del Talento Humano (DGTH) presenta el programa Manejo de duelo, una iniciativa dirigida a los trabajadores administrativos de la PUCP, que les da la oportunidad de recibir soporte y orientación psicológica ante el fallecimiento de un ser querido como consecuencia de la COVID-19.
El programa, que es opcional, confidencial y gratuito, integra dos sesiones. La primera ofrece un espacio de acompañamiento psicoterapéutico a la persona que atraviesa el duelo y permite recoger información sobre el estado emocional del colaborador.
Durante la segunda sesión, se brindarán las pautas para la regulación emocional frente a los cambios y situaciones críticas. También se propondrán recomendaciones para regular sentimientos de enojo, tristeza, culpa y frustración.
Si necesitas solicitar el soporte que brinda el programa o tener más información, escribe a Vanessa Cotera, coordinadora de Bienestar del Personal, al correo vcotera@pucp.edu.pe.
Es importante recordar que la DGTH, junto con la DAES, también brinda el Servicio de orientación psicológica en línea a los trabajadores administrativos. Esta iniciativa surgió el año pasado como respuesta a los problemas de salud mental originados por la pandemia. Contáctate al correo vigilanciamedica@pucp.edu.pe (Asunto: Atención psicológica). Para llamadas, SMS o WhatsApp, al 987 530 044.
“El cuidado del cuerpo ayuda a equilibrar las emociones”
En la siguiente entrevista, Lourdes Ruda, docente del Departamento de Psicología de nuestra Universidad, nos brinda consejos que nos permitirán atender el proceso de duelo en época de pandemia.
¿Qué es el duelo?
Es el proceso natural que atraviesa una persona que ha perdido a un ser querido. Implica un tiempo donde se va asimilando la pérdida y se reorganiza la vida. Va acompañado de una baja energía, que se relaciona con la tristeza, pero que no es lo mismo que depresión.
¿Cómo acompañar el duelo en pandemia?
Los rituales funerarios buscan rendir honor a la persona fallecida y brindan acompañamiento a la familia en un espacio social. Entonces tenemos que generar una congregación social, pero en un entorno virtual: puede ser una misa colectiva, una reunión donde se compartan fotografías o videos recordatorios y que las personas cuenten anécdotas sobre la persona fallecida.
¿Qué nos puede ayudar si no tuvimos la oportunidad de despedirnos de un ser querido?
Se debe buscar transmitir aquello que quedó pendiente. Por ejemplo, se puede escribir una carta, un poema o dedicar una canción. Por otro lado, ¿qué pendientes importantes dejó el ser querido? Ayudar a concretar un proyecto facilita la resolución interna. Lo más complejo es cuando han quedado temas sin resolver con la persona fallecida. Es fundamental trabajar en la capacidad del perdón al otro y a uno mismo.
Durante el duelo, en los espacios en familia se reconoce el nivel de dolor y se puede compartir la tristeza. Eso permite que los ánimos puedan irse nivelando hasta la aceptación y adaptación más serena de la ausencia”.
Lourdes Ruda
Profesora del Departamento de Psicología de la PUCP
¿Qué espacios de acompañamiento necesita una persona que afronta un duelo?
Primero, uno personal. No todos los espacios de soledad son de depresión o decaimiento, sino que la persona necesita ordenarse.
En segundo lugar, están los espacios en familia. Allí están los recuerdos más fuertes y hay complicidad en las vivencias. Además, se reconoce el nivel de dolor y se puede compartir la tristeza. Eso permite que los ánimos puedan irse nivelando hasta la aceptación y adaptación más serena de la ausencia.
En tercer lugar, están las amistades cercanas, que traen vitalidad y llevan a la persona a una serie de situaciones cotidianas que le permitan reconectarse.
¿Qué hábitos podemos incorporar en nuestra rutina durante el duelo?
El cuidado del cuerpo ayuda a equilibrar las emociones. Eso incluye una alimentación adecuada, un sueño equilibrado, hacer ejercicio (el yoga o el pilates permiten la conciencia de lo que nos ocurre) o el contacto con la naturaleza (caminata por el parque, por ejemplo).
¿En qué momento se debe buscar ayuda especializada?
Si bien el duelo es un proceso natural, la persona pude entramparse. Por ejemplo, presenta cuadros de decaimiento o de ansiedad muy agudos y persistentes. Puede ocurrir también que se abandone o que no reconecte con lo cotidiano y con su entorno social. Los avances se dan, con normalidad, de forma ascendente, en zigzag. Pero cuando la persona hace una curva hacia abajo, es claro que ya no puede sola.
¿Cómo acompañar en el duelo a otros familiares (adultos mayores, adolescentes y niños)?
Los adultos mayores, que tienden a no expresar mucho durante el duelo, tienen que ser tomados en cuenta durante el proceso. En el caso de los adolescentes, ellos necesitan mucho del espacio social; por ello, es importante encontrarles alguna actividad (un encuentro en un parque con distancia social, por ejemplo). Sobre los niños, no hay que pensar que no toman conciencia sobre la muerte. Ellos no demuestran la tristeza de forma tradicional como los adultos. Hay que estar atentos a sus estados de ánimo, si se aíslan o si abandonan sus actividades cotidianas.